Como diría el ínclito Marcial de Muchachada Nui. Hoy tocaba. No había rastro de agua en el cielo aunque el día amanecía gris. La mañana se presentaba gélida y así lo atestiguaba el termómetro de mi Renault Clio 4x4 4WD full equipe (a ver si le doy un fregao por cierto).
Hoy era uno de esos días que te cargan las pilas al 110%: ni Rita por las carreteras, el olor a las chimeneas de los pueblos y el frío en el rostro. Que más se puede pedir.... (bueno, siempre hay algo más que pedir, esto es un elemento retórico-literario).
Bueno al lío, con el frío que hacia me imaginaba que el humedal al que me dirigía estaba congelado y no me equivocaba. Nada más llegar empezó la cencellada. El embalse estaba helado y con el hielo cayendo la imagen era única.
El paseo alrededor del embalse no daba mucho de sí. Algunos aleteos sin identificar entre los arbustos, algún mirlo común (Turdus merula) que salía disparado con los típicos reclamos de alerta, y el silencio...
El hielo hacia que las fochas tuvieran que desplazarse por el hielo para ir de una zona sin congelar a otra, y la cencellada permitía que las huellas quedaran impresas sobre el agua helada.
Esto hizo que pudiera captar a las fochas de cuerpo entero, y ver de cerca sus enormes "zapatones".
Contra todo pronóstico, uno de los "pato raros" de hace un par de semanas seguía allí. De su pareja, ni rastro. No mostraba ningún temor a la cercanía humana, y esto me permitió hacerle algunas fotos.
El pico no presenta ningún tipo de protuberancia, lo que en principio descarta la identificación como pato criollo. Es un pato de tamaño grande sin llegar a ser una oca. Hice una prueba que se me ocurrió de repente, cogí unas hojas secas y se las tiré como si fuera comida. Se acercó a toda velocidad, así que parece confirmarse que es un pato escapado de algún parque o estanque, habituado a la presencia humana.
Un reyezuelo sencillo (Regulus regulus) que se movía a ras de suelo por entre los árboles me retó a sacarle una foto. Perdí el reto. Le estuve siguiendo sigilosamente pero nada, se dejaba ver brevemente y enseguida se ponía fuera de la linea visual. Otra vez será.
En una tierra cercana este escribano montesino (Emberiza cia), que estaba con un grupo de pinzones comunes (Fringila coelebs).
En otra zona de la comarca, descubrí esta huella que a mi me parece que es de Canis lupus (se aceptan correcciones). La longitud del teléfono es de unos 9 cm.
Buena semana.